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Recuerda que...

Publicado por lissie el 14/06/2014 · Categorías: Creación

“Recuerda que, aunque las estrellas se apaguen, yo siempre seguiré brillando a tu lado.”

Dicen que una llama apagada es un alma disipada en el olvido, también cuentan que el tiempo de tránsito que sufre esa pequeña luz hasta apagarse es el dolor más intenso que puedes llegar a padecer. Dicen tantas cosas que ya no sé lo que creer.

Todas esas llamaradas apagadas son almas esperando a que alguien las de un soplo de energía que las impulse hacia el firmamento para que brillen como nunca lo han hecho. Pues bien, eso es lo que tú forjaste conmigo, una sonrisa todos los días, refugiándome en la calidez de tus abrazos. ¿Puedes ver la felicidad que se escapa entre estos dientes tan juguetones? ¿El brillo que mis ojos gritan cada mañana?

Un simple “gracias” es demasiado poco, pues enseñaste a este pequeño pollo a desplegar sus alas, a que su palabra sea escuchada; que los gritos no se queden atrapados bajo la custodia de mi mirada.  Cuando todas las luces de mi existencia fueron destruidas, apareciste tú junto a un ejército de pequeñas chispas que llegaron y se estamparon contra este corazón tan solitario. Entonces es cuando esta pequeña llama desorientada empezó a brillar con un tono azulado más tarde convertido en blanquecino, acrecentado.

Pequeños empujones que de mi cabeza nunca serán olvidados, días oscuros iluminados por tu sonrisa, un pesimismo prácticamente descartado. Todo se resume en el impulso de tus manos para dar a este cuerpecito un giro de ciento ochenta grados.

Y no hay que olvidar todos los momentos ya pasados, mañanas que parecían eternas otras que se escapaban como segundos en mano. Tiempos guardados en el recuerdo de esta mente perturbada que te quiere más que a cualquier cosa.

“Recuerda que, aunque las estrellas se apaguen, seguiremos brillando, bailando, en este universo desorbitado”