Bruma, capítulo 12
Capítulo 12. Niños desesperados manchándose las manos de tierra y sangre, ¿Cómo puede gustar eso a la gente?
El despertador suena, y me veo obligada a levantarme. Desayuno un café con unas tostadas y me visto. No me gusta el café, pero tengo que estar despierta. Hoy puede ser el último...






