Si no hubieras estado tú, no se que hubiera sido de mi.
Cierro los ojos y armonizo mi interior. Me sumo en el conjunto de mis pensamientos acunado por el suave bamboleo de la musica al entrar en mis oídos. Es como un bálsamo reparador que poco a poco cierra momentáneamente las grandes heridas del día a día. Heridas creadas por la rutina, por la quema de sueños diarios, por la perdida de la esperanza en una humanidad cada vez más consumida por su vanidad. Pero eso ahora da igual, solo existen las melodías ardientes que inundan mi alma
Pero sin previo aviso suena algo. Un golpe fuerte en mi interior. Una opresión en el pecho. Un recuerdo recurrente y del que intento huir. Me he vuelto a romper, sin permiso, sin aviso. De nuevo y como tantas veces recuerdo su sonrisa, sus largos besos, nuestros largos paseos. Nuestra complicidad y nuestras riñas. Nuestro amor fugado tras un amargo adiós.
Desde que se fue ya nada es lo mismo, pero al mismo tiempo no es peor. He cambiado. Soy mas fuerte, ya no volveré a depender del amor de nadie. Solo existe un futuro mejor. O al menos, por el que lucharé hasta las ultimas fuerzas de mi espíritu. Pero necesito ayuda, para qué negarlo. Todos necesitamos ayuda. Y mi ayuda, como la de muchos otros se basa en algo tan sumamente humano como la música. Cuando coloco mis dedos en el traste de mi guitarra me siento libre. Libertad no física, sino de pensamiento. Libertad de no tener miedo a llorar por lo que se fue, libertad a elegir mis sentimientos. La echo de menos, sí, pero ella nunca me hubiera dado lo que me ha dado la musica.
Estas pocas palabras. Estas ideas de un loco sin las cosas claras van por ti. Gracias. Gracias mi musa. Estas gracias son para la música.



Comentarios
atenea - hace más de 11 años
La guitarra se ha convertido en uno de los sonidos mas bellos que oigo normalmente. Toco el piano, son mis amigos los que la tocan, pero es un sonido precioso.
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