Deseos... son posibles.
Mira... ¡Una estrella fugaz! Pide un deseo... ¿Cuántas personas lo habrán visto? O mejor dicho: ¿Cuántas estrellas fugaces... y pozos de los deseos, velas de cumpleaños, o semillas de diente de león hay? ¿Cuantos deseos habrá pedido todo el mundo? ¿Qué habrán pedido? Pff... seguro que un diez, un móvil nuevo... ¿Alguien ha pensado en hacerle un favor a otra persona y pedir el deseo por ella? ... Espera. Que tontería. Esas cosas no son reales. Pero si son tan inútiles, ¿porqué no hacemos nosotros mismos que se cumplan? ¿Es más difícil sacar el monedero y dárselo a alguien que tirarlo a una fuente? Hablan de granitos de arena... ¿para qué? ¿Quieren un desierto? ¿Porqué no decimos un granito de luz? Digo, para este mundo apagado. ¿Es tan difícil hacer eso por otra persona? Seguro que no te acuerdas de ese desconocido, al que ni siquiera saludaste ni le preguntaste su nombre. Pero me apuesto lo que quieras a que él si se acuerda de ti, y tu alma también estará tranquila. Recordará la sonrisa dolida y sincera y las gracias que te dio con su extraño acento.




Comentarios
airunosa - hace más de 13 años
Un relato para reflexionar... me ha encantado. Efectivamente tenemos que poner mas luz en este mundo y en lugar de tirar monedas a las fuentes ofrecérselas a los que las necesitan. Me gusta mucho como escribes.
atenea - hace más de 13 años
Gracias. Escribo lo que pienso. Creo que hay mucha gente que piensa como yo pero deberia decirlo.
No se pueden incorporar más comentarios a este blog.