Cibercorresponsales

Querida Amy...

Publicado por jyoushiki el 10/10/2015 · Categorías: Cartas

Querida Amy

Hola Amy, ¿Sabes quien soy? Seguro que sí, o al menos no yo no puedo olvidar quien eres. Creo que ha llegado el momento de recordar nuestra historia

Nos conocimos hace muchísimos años, en las clases de Jiu-Jitsu del club Hado. No tuvimos demasiado contacto, aunque sí que hablamos alguna vez, y yo, personalmente, me lo pasé muy bien entrenando contigo, hasta que te fuiste por determinados motivos de las clases, que perdí el contacto contigo.

Unos años después, y mucho vivido cada uno por nuestro lado, nos volvimos a encontrar en la tienda Game de Tres Cantos, ¿Recuerdas?, te propuse unirte a las clases de Jiu-Jitsu del club Katan, que es donde entrenaba entonces y donde entreno ahora, y aunque dijiste de mirarlo, no llegaste a aparecer nunca por las clases. Estuve esperando que aparecieras durante un tiempo, ¿sabes?

Luego de manera casual, aparecí por un nuevo grupo de amigos, la mayoría más pequeños que yo, y un tiempo después, descubrí que en ese grupo estaba quien menos esperaba ver, a ti. Poco a poco nos hicimos amigos, y empezamos a quedar con relativa regularidad, y, por navidades ya te habías convertido en mi mejor amiga. Llego un punto, en el que casi pasaba todos los días contigo.

Pero, como suele suceder a lo largo de mi vida con las personas que quiero, un día sin previo aviso desapareciste. Dejaste de hablar y de quedar y te fuiste, dejándome con un hueco enorme en mi persona. Pensémoslo de esta manera, yo soy como un edificio, sostenido con varios pilares, mis mejores amigos. Todos juntos sostienen el edificio, pero basta con que uno desaparezca para que sea inestable y se derrumbe. Y eso fue lo que ocurrió.

Un tiempo después volviste, pero ocurrió algo un tanto infortunado. Me acabe enamorando de ti. Y el mismísimo día que decidí que debía contártelo todo, empezaste a salir con mi mejor amigo, justo delante de mis propias narices. Eso me destrozó completamente. Pero decidí aguantar, y dejaros ser felices. Y aún así, al final acabasteis cortando. Pero eso ya es algo más anecdótico, pues mi historia sería la misma si eso no hubiera ocurrido.

Y llegamos al día de hoy. Anoche estuvimos hablando, y no juzgo necesario recordarte de lo que hablamos, ya que estoy seguro de que lo recuerdas, y, dado que esta carta será probablemente publicada en un lugar de fácil acceso, no me gustaría dar información que tu no quieras dar a cualquiera que pueda leerlo. Pero me faltaron algunas cosas por decirte, por falta de la ocasión adecuada:

-Eres una persona absolutamente genial, y no mereces lo que te ha pasado. Y te juro que haré todo lo que pueda por evitar que vuelva a ocurrir aunque sea lo último que haga en mi vida. Y cuando necesites hablar de algo, o un hombro en el que llorar, siempre tienes el mio disponible porque ... ¿A mi me vas a hablar de dolor? El dolor es mi día a día. Y estoy seguro que sea lo que sea puedo hacer algo por ti, aunque sea darte un abrazo. No te guardo rencor por nada de lo que hayas hecho, y para mi sigues siendo de mis mejores amigas. Bueno, de hecho eres mi mejor amiga, aunque otra persona también pueda serlo, por que sería incapaz de elegir. Te quiero muchísimo y siempre voy a hacer lo que pueda por ayudarte. Always.

Fdo: John.