Cibercorresponsales

Vagamente mi reflejo...-La vida en grupo.

Publicado por atenea el 18/10/2013 · Categorías: Sobre mí, Concurso Y tú, ¿qué?

Esta descripción es solo una idea de lo que soy. Es difícil que comprendais lo que pasa por mi mente. Solo os pido paciencia, para comprenderme. Tiempo para conoceros. Solo os pido eso. No suelo adoptar ningún principio, valor u opinión sin antes meditarlo. Por lo que he visto hasta ahora de nuestra generación, para ellos es muy importantes encajar. Dicen no poder ser libres por culpa de la sociedad, pero son ellos los que escogen su propio camino y aún así elijen siempre el mismo. La moda de ser llevar los pantalones caídos, comprar siempre marcas reconocidas, contestar al profesor cuando da clase y luego cuando están solos no se atreven a levantar la vista. Quieren subrayar por ser diferentes, pero luego no pueden admitir que les gusta Justin Bieber porque tiene mala fama. Y ahí estoy yo. No quiero que me tachen por mis gustos, mi forma de vestir o mi nombre. No soy un número más en las listas del centro. Necesito que me traten como a un individuo. Soy yo misma, al igual que cada persona se siente única. Conozco a pocas personas de confianza. Eso no significa que haya descartado a los demás, sino que aún no he dedicado el tiempo suficiente a conocerlos.Para los adultos soy simpática y abierta. Para los de mi edad puedo parecer fría y distante. Los me que conozcan de verdad verán que soy persona y busco lo mismo que cualquier otra. Puedo ser una amiga con la que divertirse, pero también sé ser familia para los que buscan apoyo. Mi problema es que me he acostumbrado a las caretas. Sin demostrar lo que siento o pienso. Eso no está mal. Es lo típico. A todo el mundo le sucede. Pero para mi no está bien. No me debo conformar con mirar al suelo y no llamar la atención. Ya nadie llora. Ya nadie se para en mitad de la calle y mira al cielo. Las personalidades que la gente refleja no son las suyas. ¿Si no se atreven a ser ellos mismos cómo se van a atrever a ser alguien para un tercero? Ahora mismo busco conocer nuevos buenos amigos. De los de verdad. Y debo comenzar en mis propios amigos. Nunca los clasificaré por su personalidad sino por su actitud. Porque son las personas así las que quieren ser tratadas como individuos. Las que se atreven a ser ellas mismas. Nunca digas nunca. Nunca juzgues a alguien por tu primera impresión, porque ni a la décima acertarás. No llegarás siquiera a acercarte a lo que piensa. No conoces por entero su vida, ni las circunstancias en las que se encuentra ni por qué actúa así. por ese motivo, lo más importante es dar a conocer el respeto y la tolerancia a nuestros enemigos, porque es a ellos a los que más debes procurárselo. Para mi lo más costoso es seguir el primero de mis principios. La actitud. Es por eso que es el primero. Porque me cuesta controlarlo. Una cosa es tu personalidad. Tu forma de ser, por así decirlo, con la que cada cual se identifica con la suya. Es un cambio paulatino y progresivo, que no toma conciencia sobre la persona. Otra cosa es hablar de la actitud. Definir como actuar en el momento adecuado, más bien, en todo momento. Hasta en las situaciones más normales se pueden apreciar los matices de una actitud. Momentos en los que podrías soltar una bofetada a cualquiera, reventar a llorar, no puedes contener la risa ante una discusión o un problema, o simplemente cuando alguien tira un papel al suelo. ¿Serías capaz de pedirle que lo recogiera? ¿O lo harías tu mismo? En eso se basa la actitud: hacer lo correcto en el momento correcto. Eso es imposible, por eso tu reacción debe atenerse a sus consecuencias, siendo la correcta con la que te encuentres bien contigo mismo. Pero tampoco se trata de conformarse. La sociedad no son un conjunto de personas. Somos tú y yo como individuos. Y pensar que recoger el papel no va a servir de nada no va a hacer que se reduzca la corrupción, pero al contrario. Inténtalo. Para mí conocer todos los aspectos de la vida constituye mi felicidad y mi libertad, ya que aporta que entienda la sociedad en la que vivo, aunque desgraciadamente sea para mal. No consiste en nada material, ni en los caminos que elija. Solo nosotros podemos dejar de fingir nuestras ataduras. Nuestra prisión no tiene forma material. No somos marionetas de la sociedad. Somos mimos con celdas irreales alentados por un público.Lo único que busco para dentro de 20 años es haber sido útil a la sociedad, para bien, y haber podido ser libre y feliz.