Cibercorresponsales

Cibercorresponsales es un arma cargada de futuro

Publicado por franzstarss el 04/09/2018 · Categorías: Pensamientos, Admiración , LGBTIQ, Participación, Amistad, Opinión

Mi tío me ha contado innumerables veces aquella conversación que Lorca y un periodista mantuvieron justo después de publicar su primer libro "Impresiones y Paisajes", en ella, le preguntaban a Lorca que cuales habían sido sus influencias, quiénes eran las personas que le habían marcado hasta la fecha.

Él, con su gracia granadina, hizo alusión al libro de Rubén Darío titulado "Los raros", donde el poeta rendía honor y tributo a aquellos que hubieran influido en él.

Yo no soy Rubén Darío, ni Lorca, ni mi tío, pero también he tenido la suerte de contar con personas que me han apoyado y han influido positivamente en mi corto camino de vida.

Hace unos 5 años, exactamente el 07/05/2013 yo era un chico tímido, chovinista y vivía con miedo. Eran los inicios de una gran aventura que yo no divisaba en mi horizonte, pertenecía a aquellos infantes que viven la pobreza infantil desde el más absoluto silencio y olvido de las instituciones. En Alcázar de San Juan siempre hemos sido pioneros a la hora de perpetuar a la infancia y a sus derechos, y este suceso me permitió conocer a uno de mis primeros referentes y que ha marcado y marcará muchas de las decisiones de mi vida, le apodan "Supermonitor", pero yo le llamo Jesús Moreno, de carácter firme y de mirada comprensiva, fue una de las primeras personas que me escuchó. De sus críticas y consejos, siempre acertados y constructivos, fue naciendo una visión nueva de mí, que sin siquiera darme cuenta, quería proyectar el resto de mi vida. Qué importantes son las personas que marcan a uno y qué importantes son en el momento preciso. Volviendo a cibercorresponsales, yo por esa fecha escribía sobre sucesos que a mi me llamaban la atención, desde noticias científicas hasta poesía. Como en los ojos del Guadiana, mi presencia en cibercorresponsales aparecía y desaparecía, mientras intentaba descubrir de qué quería seguir escribiendo.

Según avanzaba mi paso por esta plataforma, fui dándome cuenta de una serie de injusticias que yo estaba viviendo y que hasta la fecha no había percibido, me tocó vivir la época de los recortes, ver como compañeros elegían entre poder comer o comprar los libros de texto para el próximo año, saber que yo era uno de ellos. Años en que las becas no llegaban, el esfuerzo sobrehumano de mi madre para que estudiara o el frío cuando la calefacción se rompía y no había dinero para arreglarla. Con la agonía como bandera y con la esperanza de evadirme, empecé a interesarme sobre aquellos temas que me indignaban, y fueron muchos, pero esas historias ya las tenéis en mi blog. Cibercorresponsales fue mi primera válvula de escape.

Según iba creciendo y escribiendo, percibí una serie de realidades que yo no concebía, como las numerosas agresiones que sufrimos las personas que no adoptamos el dogma de la religión (cualquiera que sea) o el propio de la sociedad heteronormativa, por el hecho de amar alguien de nuestro mismo sexo. Estas vicisitudes me llevaron a cuestionarme a mí mismo y, de nuevo Cibercorresponsales fue mi apoyo a la hora de deconstruirme y de apoyarme. Ahora existen alianzas con colectivos que promueven y ensalzan al colectivo LGTBIQ y qué orgulloso estoy de ello. De los artículos que leí, sería imposible mencionarlos a todos, pero influyeron en mí, vaya que si lo hicieron, dándome seguridad, verdad y apoyo.

De cada encuentro, recuerdo las voces de muchos y los consejos de otros. De cada encuentro, una enseñanza, de cada enseñanza, un nuevo artículo, algo nuevo por lo que merecía la pena indignarse. Recuerdo a personas maravillosas, participativas y críticas, hoy sería imposible recordar todos sus nicks y seguro que me dejaría a alguien. Pero me gustaría mencionar a los chicos y chicas de MEL  (Montando el Local) porque creo que resumen a la perfección el espíritu de cibercorresponsales, siempre atentos, incansables, perspicaces y con nuevas ideas que llevar a cabo, aunque de eso la culpa la tienen sus monitores. Qué grandes personas me llevo, gracias por compartir vuestro tiempo conmigo, no hay nada más preciado que eso.

Sentirme como "El principito" navegando de blog en blog, de mundo en mundo. Qué horror que a la infancia se la relacione siempre con ese libro, cuando estamos presentes en muchos otros, permitirme esta licencia, la metáfora merecía la pena, pero no os quedéis en esta obra, hay infinitos libros, donde ser, donde aprender y donde vivir, y algunas historias hasta se encuentran en cibercorresponsales.

Antes hablaba de los encuentros, y me olvidaba mencionar a David y Olga, cuánto influyeron en mí y cuanto hicieron por esta plataforma. Nos creíamos superhéroes, cuando éramos solo personas, y ese era nuestro verdadero poder, eso lo aprendí más tarde.

Siempre me ha gustado cambiar, pero os mentiría si no os dijera que tengo miedo a los cambios. Un cambio me permitió conocer a dos personas que influirían mucho en mí, quizá será la edad o que son los responsables de la plataforma que más han perdurado en el tiempo. Raúl y Mabel, llegaron como siempre llega todo lo bueno, con una revolución. Ese miedo a los cambios me llevo a apoyarla y ese chovinismo del que hablaba al principio a secundarla, cuánto me he arrepentido de eso. Salamanca fue el punto de inflexión, siempre hay que saber rectificar, otra de las cosas que aprendí en este lugar. De Raúl me llevo todas y cada de sus correcciones, aprendí a ser correcto, a darle a cada cosa su momento y a no verter todo el contenido, como si de un vikingo se tratase. Aprendí que ser radical no es malo, que eso significa ser de raíz, que lo malo es ser extremista o fanático. Que hay que comprometerse con las causas justas y defenderlas, pero siempre con respeto y buenas palabras. Aprendí a indignarme y a transformar mi ira en cambio y así evolucionar como persona. De Mabel me llevo sus consejos, su humor y su constante sonrisa. Me enseñó a no tomarme todo enserio, a saber verle lo positivo a los problemas. Raúl y Mabel, Mabel y Raúl sobran las palabras de gratitud para definir lo que hacéis día a día por esta plataforma. Gracias por vuestra paciencia, aceptación e implicación. Sois el engranaje que potencia y dispara el motor de cibercorresponsales y eso es increíble, vosotros sois increíbles. Me habéis enseñado una lección vital, la de no juzgar sin antes conocer. Estas últimas palabras os las dediqué en el post de mi último encuentro, pero, no creo que haya mejor definición de vosotros. Gracias.

Este es mi último post y me ha encantado poder compartirlo con vosotros.

Antes de que me empiece a sentir mayor y me aleje de cibercorresponsales, me gustaría agradecer a todos aquellos monitores, educadores o guías que se recorren media España para participar en los encuentros y brindar una magnífica oportunidad a aquellos jóvenes que participan en este proyecto, así como a los que no pueden asistir pero siempre están al pie del cañón escribiendo y narrando sus historias, que se convierten en nuestras, y por tanto pasar a formar parte de nuestra vida.

Disfrutar de Cibercorresponsales y de todas vuestras historias, os animo a que escribáis, narréis extractos de vuestras vidas sin parar, de todo aquello que os frustre, os indigne u os apasione. Os animo a cuestionarlo todo ya que es la única forma de poder ser libre y no dar nada por establecido.

Una vieja amiga me pidió un favor y yo no me cansare de reclamarlo, hay que sacarlos a todos, es el mensaje que Ascensión nos dejó para Cibercorresponsales y es el que quiero que os influya a vosotros, nadie debe morir en una cuneta y en manos de la más cruel violencia.

Os deseo que siempre seáis como ahora, tan combativos y reivindicativos, que vuestra patria sean las personas, que vuestros colores sean los de la humanidad y que las únicas fronteras que concibáis sean las naturales. Que la empatía sea vuestra mayor compañera de viaje, que os preguntéis todo y que no caigáis en dogmas ni credos. Os deseo que seáis libres, plurales y diversos. Que soñéis y viváis, y que os equivoquéis por que de esos errores se aprende, pero sobretodo que escribáis y hagáis honor a aquel poema de Gabriel Celaya que dice que la poesía es un arma cargada de futuro.

Sin más que decir, os animo a descubrir que la magia son las personas y de eso sabe mucho esta plataforma

A todo aquel que dedicó un minuto en leerme. Gracias, fue un verdadero placer.