Aquel viejo cuaderno...
Aclaración: El texto que vais a leer a continuación, surge del trabajo colaborativo y creativo de 2 personajillos silvestres, mi honorable persona, y cierta persona de fuera de cibercorresponsales, que para la ocasión, llamémosla "mecha". Esta personita y yo, coincidimos juntos en un viaje a Roma este verano, y en un cuaderno de tapas verdes adquirido en florencia, escribimos sendos textos abriendo nuestros recuerdos mas dolorosos. Quizás algún día podáis leerlo, pero tendría que transcribirlos, y son 7 caras el mío y 11 el suyo. El caso, es que hoy la ha dado por hacer lluvia de ideas y soltar un montón de cosas sobre ese cuaderno. Así que durante 1h, hemos trabajado arduamente en darlas forma y crear con ellas un texto, que podría decirse que es nuestro, y que lleva un poco de cada uno. El texto comienza en su punto de vista, y según avanza, se transforma en una visión conjunta. Así que sin más dilación, esperamos que os guste:
Aún recuerdo, aquel cuaderno de verdosas tapas, cuyas hojas eran blancas y puras, algunas tatuadas con el pensamiento y los sentimientos de una persona , quien se expresaba en forma de palabras que ardían como el fuego y que calaban en el alma como la lluvia que penetra en el húmedo bosque, deslizándose grácilmente por las hojas como si de un invisible lápiz que traza sutiles formas de grafito sobre el níveo papel se tratara, recuerdo, que leí y leí , y no fui capaz de contener las ganas de reflejar mi vivencia y escribir en él mis palabras, quería tatuar su piel blanca y tener una conversación sincera y de corazón, así pues, armada con tan solo un lapicero en mi mano, como si de una afilada espada se tratara, comencé a abrir las heridas rotas , aún sin sanar, y así al abrirlas, pese a que volví a sufrir , las suturé con tinta y se cerraron de tal forma que aunque aún las heridas permanezcan, ya no duelen. Esas hojas fueron las alas blancas que me llevaron a una preciosa conversación, no solo conmigo misma, sino con otra persona que también sufría y a quien esta vez, era capaz de comprender. Para cualquier persona esas palabras escritas a fuego debían haber sido forjadas por el mismísimo demonio pues tal sufrimiento es para muchos inhumano, mas las personas que en ese cuaderno escribieron tan solo son personas que han sufrido, que han bajado al infierno y han subido después a la tierra para demostrar que aunque a las quemaduras les de el sol y escuezan, ellos son fuertes y siguen en pie, y que esas palabras no son veneno que enmudece a la gente y llega al alma para partirla, si no que apenas son una simple caricia de lo que ellos vivieron, expresada con el mas mínimo detalle y deseosas las palabras de ser leídas y releídas para que nunca se apaguen aun si aquella tinta llega al alma y hace aflorar los ríos de los ojos que leen los tatuajes de las preciosas hojas blancas, pues nosotros, los que allí escribimos, no somos demonios, somos personas con dolor viviendo en un mundo en el que se busca solo ser feliz y el dolor se trata de disimular.
Aquel cuaderno de verdosas tapas…si... lo recuerdo muy bien.
Fdo: Los autores del cuaderno de verdosas tapas




Comentarios
airunosa - hace más de 10 años
Que bonito compartir un viaje, un cuaderno, unas ideas....
jyoushiki - hace más de 10 años
Si... Y no solo para el viaje y para nosotros sirvió el cuaderno. Ese cuaderno es también el hogar de un tercer texto, escrito por nuestra compañera @rasenubi que podéis leer en su perfil (el segundo post, justo después de la presentación)
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