Mañana de domingo.
Abrí los ojos aquella mañana de domingo. El delicado sonido que realizaba el agua de la ducha al caer sobre su cuerpo desnudo me despertó. Me di la vuelta en la cama y escondí mi cara en su almohada, olía a vainilla. Quería mirar a mi alrededor pero prefería fundirme en sus sábanas, no lo hice, me senté, me tapé y vi la mesa del comedor desde la cama. Las dos copas que dejamos sin terminar la noche anterior permanecían intactas, el cenicero con cinco cigarrillos marcados por mi carmín, el suave mantel blanco manchado de cera violeta y la rosa que me regaló en un vaso de tubo.
Sólo dormimos. Llegamos a su casa, como todos los fines de semana, nos quedamos hablando hasta las 3:27 AM y nos fuimos a la cama. Me puse una de sus enormes camisetas y le abracé, me cogió en brazos, me dio un beso en la frente y me tumbó con delicadeza. Apagamos las luces pero la ciudad seguía viva y llenaba la habitación de luces de colores. Me apoyé en su hombro y en forma de susurro lo dijo. Un susurro que llenó esas cuatro paredes, que desapareció entre las finas sábanas, que llegó a mi corazón, que acabó en un beso.
Me encantaba. Me encantaba despertarme de madrugada a su lado y verle respirar. Me encantaba dormirme mientras me acariciaba la espalda. Me encantaba que su voz fuese lo último que escuchaba antes de caer en sueños. Me encantaba que me despertase con cosquillas. Me encantaba él.
Salió de la ducha y preferí hacerme la dormida. Se sentó en el borde de la cama y empezó a acariciarme el pelo y a hablar pensando que estaba dormida. Me encanta verte así -comenzó- eres tan pequeña y delicada. Nunca he encontrado las palabras que describan lo que siento a la perfección, a veces decirte que te quiero, que te amo, se me queda corto. Joder -con la voz cada vez más apagada- mi vida, llegaste, me salvaste, me robaste el corazón y ahora... ahora estás dormida en mi cama. No puedo evitar que mi estómago se plague de mariposas cada vez que te veo sonreír. ¿Y tus ojos? En tus ojos azules veo el infinito, veo una vida a tu lado, veo tu dolor, lo que sientes, tus miedos, tus ganas, te veo a ti en estado puro.-me apartó un mechón de la mejilla.
En ese momento abrí los ojos, me senté en la cama, coloqué mis manos alrededor de su cuello y le besé. Le besé sin más.




Comentarios
corcheita44 - hace más de 11 años
Súper bonito ♡.♡
flashali - hace más de 11 años
Me ajdjahxhadh encanta :)
spidrmancoy - hace más de 11 años
Qué bonito... me he imaginado la historia como si la estuviera viendo con mis propios ojos. Enhorabuena :D
violet - hace más de 11 años
Muchas gracias a los tres. :3
violet - hace más de 11 años
Muchas gracias a los tres. :3
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