Me prometió jugar a mis juegos favoritos.
Llego a casa, camino por el cálido pasillo que me lleva a mi habitación, entro en ella y son las mismas cuatro paredes de siempre, la misma puerta blanca, la misma silla llena de ropa a medio usar, los mismos libros leídos y releídos esperando en la estantería mientras cogen polvo, la misma...






